Hace un tiempo tuve el gusto de conocer a un oficial de la Policía Portuguesa, que al reconocer que éramos cubanos, nos dijo que él también lo era, sorprendido y bastante desconcertado, indagué de qué parte de Cuba, y me dijo que era de Alentejo, región del centro del país. Después de la risa me explicó que en Portugal existe un pueblo que se llama Cuba, y que el llamado Cristóbal Colón había nacido allí y no en Génova, Italia, como nos decían. Aprovechando un viaje de trabajo a Lisboa, decidimos, mi esposa y yo, no regresar por la autopista, sino por lo que seria la carretera nacional para ir al Alentejo y visitar el pueblo de Cuba.
Llegamos sobre la hora de almuerzo y todos por el camino nos sugerían la bodega de vino y restaurante típico Casa Monte Pedral, una antiquísima casa de 1813 que hoy mantiene todo su esplendor y encanto. Mientras decidíamos qué pedir, nos llamó la atención un joven que, mientras servía, entonaba con una voz muy afinada, canciones típicas portuguesas, todos lo llamaban cariñosamente por su nombre: “Nelson”; más tarde supimos que es un conocido cantante de la región. Pues bien, fue a Nelson Naranjo a quien preguntamos, mientras comíamos, sobre el presunto nacimiento de Colón en este pueblo y quien, con gusto, en solo minutos, nos puso en manos de la Historiadora Ana Paola Ortega, Especialista del Centro Cristóbal Colón.
Esta Señora nos entregó una nutrida documentación, con estudios muy serios y profundos, que demuestran que, efectivamente, Colón nació en Cuba, en el Alentejo portugués y no en Génova, como durante 5 siglos se nos viene diciendo en la historia que se nos enseña. Sé de antemano lo difícil que es cambiar la historia, por lo que con mi artículo no pretendo hacerlo, solo quiero contribuir con él a interesar a historiadores, presidentes, periodistas, educadores, medios de radio y televisión, que indaguen y profundicen y pongan la verdad en su sitio. Sé además que en mi país despertará crucial interés, pues fue Colón nuestro descubridor, y porque es muy interesante, y coincidente, que Cuba, su pueblo de nacimiento, sea el nombre que lleva nuestra isla caribeña, que por demás, siempre se nos dijo que venía de un vocablo indígena y, que ahora nos da la idea de dónde en realidad proviene. Por lo que contaré la historia fiel a los documentos con consideraciones muy personales.
Según está registrado, y bien documentado en la Iglesia del Convento de Nuestra Señora del Carmen, donde curiosamente la preside un fresco de San Cristóbal, figura religiosa que Colón siempre siguió espiritualmente durante toda su vida en el Alentejo portugués, y específicamente en la Villa de Cuba en 1451, donde nació un niño bastardo, hijo del Conde de Beja, Don Fernando Gonsálves, Zarco y Doña Isabel Sciarra Camará, al que le dan el nombre de Salvador Fernández Zarco, el niño creció en esta localidad y pese a su condición de hijo bastardo siempre fue protegido por su padre, dándole toda la preparación posible para la época, donde Portugal era una gran potencia y tenía mucha fuerza en la construcción naval y la marinería en general, la astronomía y la cartografía. El joven creció también con una marcada vocación religiosa, por lo que siempre conservó su espíritu de cruzadas y conquistas. Era seguidor de la Orden de los Caballeros Templarios, y al desaparecer ésta, se incorporó a una organización secreta llamada Orden de Cristo, que luego fue convertida en la Orden de Santiago, la que presidía el Rey de Portugal Joao II. La Orden de Santiago era una organización de corte templario y netamente nacionalista. Portugal era el único país que mantenía las cruzadas en su política, todo un ejército preparado por Don Alfonso V, para ayudar al Papa Alexánder VI, principal figura política y religiosa en toda Europa, quedando claro que el joven Salvador (Colón), pertenecía a la Orden del Rey de Portugal, cosa esta que da una idea de su cercanía con éste…
Continuará…
Erasmo Lopez
